Te conocí ahí en esa esquina, decías tener todas las respuestas, las mías, las tuyas, las nuestras. Vendiendo ese boleto a algún lugar en el que no creías y que los dos sabíamos, no existía. Cuestionaste mis verdades con ese despotismo, juzgándome a mí por mi absolutismo. Hablaste de miedo, con tanta certeza, pero cuantas veces cruzaste esa vereda?. Porque hablas como si supieras, como si me conocieras, mi vida no se resume en estrategias. No, no tenes idea.